Thursday, October 06, 2005

De la vida despues de la muerte.

El afirmar que existe un dios depende que cada persona, cada quien toma el juicio que mejor le parezca o le convenga, lo mismo ocurre con la eterna pregunta de: ¿existe la vida después de la muerte?

Para comenzar quedará en duda el utilizar la palabra vida, que tal vez sea mas conveniente cambiarla por "algo", para no comprometernos, asi a fin de cuentas es lo queremos conocer.

Aclarando lo anterior podemos iniciar deduciendo paso a paso esta teoría, esto es, comenzando por algo relativamente sencillo, una pregunta: ¿cómo logramos mover un dedo de la mano?

Se sabe que el cerebro manda una señal a través de la infinidad de terminaciones nerviosas que recorre parte de nosotros hasta llegar a la mano y finalmente al dedo que comienza a moverse, esto como dije es sencillo, pero ¿qué señal manda el cerebro?

La materia esta constituida por átomos, y estos a su vez por partículas cargadas positiva y negativamente (electrones, protones), así como cargas neutras, pues bien estas cargas no son mas que cargas eléctricas que toda materia tiene. Esto esta científicamente comprobado como la mayoría de los datos que se abordarán para apoyar la teoría.

La propiedad del átomo para combinarse con otros es precisamente respaldada por la afinidad de sus componentes. Fuerzas distintas se atraen y viceversa, formado así la materia.

Supongamos que esa combinación de átomos formó una materia en especial, un chocolate, el cual comemos, éste al ser descompuesto por nuestro sistema digestivo libera sus nutrientes y el cuerpo toma de él lo que necesite. Como todos sabemos el chocolate en una gran fuente de energía.
He aquí lo interesante: esa energía que es liberada por el chocolate y que nuestro cuerpo decide no desechar es la que nos ayuda para realizar trabajo, como lo es la digestión, el lagrimear, etc.

Contestando a la pregunta anterior: la señal que manda en cerebro por medio de las terminaciones nerviosas son impulsos eléctricos, así es eléctricos, estamos hablando de energía eléctrica que podemos transformar en energía mecánica.

Este ir y venir de energías en nuestro cuerpo y nuestra vida hacen precisamente que seamos como somos cada quien, lo que pensamos, lo que actuamos, lo que hablamos, claro todo dirigido por la computadora central: el cerebro.

Ahora bien digamos que todo ese conjunto de energías que nos hacen definirnos como personas, le llamaremos energía de vida. La cual puede inclinarse tanto como para el lado positivo como para el negativo, tratando siempre de mantenerse neutral.

Esta energía de vida nos acompaña hasta el día de nuestra muerte, ¿pero que sucede con esta energía una vez que morimos?


Retomando el giro científico de la teoría, podemos enunciar al científico James Prescott Joule (1818-1899) quien con sus experimentos verifica que al fluir una corriente eléctrica a través de un conductor, este experimenta un incremento de temperatura; a partir de ahí dedujo que si la fuente de energía eléctrica es una pila electroquímica, la energía habría de proceder de la transformación llevada a cabo por las reacciones químicas, que la convertirían en energía eléctrica y de esta se transformaría en calor. Si en el circuito se introduce un nuevo elemento, el motor eléctrico, se origina energía mecánica. Ello le lleva a la enunciación del principio de conservación de la energía, aunque hubo otros físicos de renombre que contribuyeron al establecimiento de este principio, como Meyer, Thomson y Helmholtz.

"La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma".

Tenemos entonces otra de nuestras respuestas, nuestra energía de vida no muere con nosotros, solo se transforma, la siguiente pregunta sería ¿en qué?.

Dándole una connotación religiosa podremos convertir esta energía de vida en lo que llaman "alma", esa parte de nosotros que nos dicta ser buenas personas y que recibe la gloria cuando uno hace las cosas bien en vida.
Entonces sabemos que hay almas en pena, y almas que reciben el descanso eterno.

Tratando de traducirlo lo podemos interpretar como si nuestra energía de vida al morir nosotros esta susceptible a cualquier cuerpo que de ella necesite, esto es, dependiendo de nuestras cargas eléctricas la energía tenderá a fluir a cuerpos que la atraigan y aquí entra algo interesante:
¿Qué pasaría si en un hospital muere una persona y casi inmediatamente en la sala de junto acaba de nacer un niño?

¿Reencarnación?

Esto amigos lectores lo dejo a su consideración, pero para aquellos que creen en la reencarnación déjenme decirles que no están tan errados, mas no como ustedes lo ven, todo es en base a energías, pero esto daría para próximas aportaciones.

Para finalizar y expuestos los puntos anteriores la última palabra la tiene usted amigo lector, eso sí, todo depende del cristal con que se mira.


Saludos desde México.

Adame.