Saturday, October 29, 2005

De sueños...

Platicas Nocturnas.
-¿Qué pasará después de que nos desnudemos?

Otra noche platicando con “ella”, si, esa mujer que aparece en mis sueños, antes solo eran niebla, ahora son cálidos, llenos de belleza y pasión. Esa mujer sin nombre, a veces creo que es hija de la luna (deberían de ver como la baña de luz su madre en esas noches de cielo limpio), así que a falta de nombre la bauticé como su madre, Luna. Solo tengo referencias de su cuerpo suave, su rostro ovalado, su cabello oscuridad que cae refrescando mejillas y hombros. Antes al verla enmudecía de nervios, temor, no lo sé, ahora no, disfrutamos tanto estando solos en el reflejo del río, charlando bajo las estrellas, acariciándonos, besándonos.

Escuché esta pregunta y esperé un poco en contestar, me embeleso con su voz lejana -canto de viento nocturno del desierto-, mientras observaba como sus ojos acariciaban mis labios. Ella continúo diciendo:

-Aún no hemos hecho el amor, como dicen ustedes, lo he estado evitando, es difícil de entender, lo deseo con toda mi alma y sé que tu también, sin embargo no lo he permitido, ni siquiera hemos derribado la barrera de la ropa interior.Dime, ¿qué pasaría si permitiera que me hicieras el amor?¿Qué si después de besos y caricias quedamos totalmente desnudos? -Bueno, así de pronto imagino que recorrería con mis labios de tus senos a tu vientre, y mis manos dejarían de ser ellas para convertirse en brisa tibia, saciando la sed de tu piel, entonces ya no seremos dos cuerpos besándose y acariciándose, porque mi piel es tu piel ahora y tu mente y la mía son una sola.

Luego dejaría que nuestros sexos se saludaran haciendo que nuestras almas bailen una especie de música suave y frágil a modo de violín. No habrá luz ni oscuridad, porque ni siquiera estaremos en este espacio -recuerdo de paisaje-, estaremos flotando inmersos en un mar cálido, sintiendo el vaivén de las olas apasionadas y el viento desatado por nuestra respiración acelerada, hasta sentir que una nube de sonidos nos eleva de prisa al cielo, estrella tras estrella, y la energía de vida es liberada por cada poro de nuestra piel húmeda, y células reventándose y uniéndose en un proceso infinito. No habría colores, porque el orgasmo es blanco.

-Quisiera quedarme ahí eternamente, en ese proceso infinito, ¿en verdad es tan bello como lo cuentas?

-No, es mejor aún, es solo que necesito conocer más palabras para poder describir tanta belleza y tantas sensaciones mezcladas.

-Quisiera hacer el amor ahora. Me detiene lo que pueda llegar a pasar...

-¿Qué pasaría?

-Si lo hacemos, tú ya no regresarías, es la condición, vivirías eternamente en este sueño, conmigo, es tu decisión.

-¿Pero no te has dado cuenta? Yo ya no soy cuerpo, ya no soy carne. Te he hecho el amor desde la primera vez que te vi, te he estado amando cuando me observas en silencio, desde que escucho tu voz, te he desnudado antes de tocarte y hablarte, hemos flotado en cada beso, bailado entre caricias nocturnas.

Luna, soy eterno desde que tu eres, desde que llegaste...


Adame.