De la distancia.
Sucedió de nuevo,
al abrir los ojos y querer verte.
La inmensidad del espacio
entre mi cabeza y el techo
y estos mis pensamientos intranquilos
que evaporan el presente.
La coartada moribunda,
el pretexto intangible
de no habitar el mismo suelo.
El inexistente cruce de nuestras sombras.
La distancia.
El insensante viento que me llena
y me vacía de ti.
La mano que no toca,
el pecho en silencio.
La puerta que espera.
Sucedió de nuevo
y vuelve cada noche.
Estamos hechos de anhelo
de nuestros recuerdos.
Adame.